La Biografia de Steve Jobs

Steve Jobs: Biografía oficial

Steve Jobs: Biografía oficial

Después de unos meses leyendo la biografía de Steve P. Jobs a base de «píldoras temporales», por fin he terminado.

He de reconocer que a pesar de ser un libro muy interesante me ha costado leer las 700 páginas aproximadas de su biografía hecha por Walter Isaacson.

Voy a resumir mis impresiones:

  • Conforme iba leyendo el libro, mi percepción Wozniak como un genio y una gran persona aumentaba en detrimento de Jobs, que lo veia como un auténtico tirano carente de empatía.
  • Jobs era un llorica: lloraba si algo no salia como quería, lloraba cuando algún producto o idea le cautivaba, lloraba… mucho. De verdad, no sé cuantas veces aparece la expresión «entonces se puso a llorar». 
  • Era binario. «Sí» o «No». Héroe o capullo. Amazing o «esto es una mierda». Para él, la escala de grises no existía.
  • Simplifica, simplifica, simplifica. Esa era su máxima, solia citar mucho «En la sencillez está la sofisticación» (Da Vince).
  • Cuando compró Pixar a George Lucas, no lo hizo por el negocio de las peliculas 3D, sino por el hardware y software que producían. La existencia del equipo de animación radicaba en crear animaciones que demuestre el poder del hardware y software que desarrollaban.
  • Gracias a su campo de distorsión de realidad, se convirtió en embajador de «Impossible is nothing» e hizo que la gente hiciera cosas que parecían imposibles.
  • Jobs era muy listo… pero muy tonto a la vez. Es increíble lo mal que gestionó su enfermedad cuando se la detectaron. Sólo pude exclamar «¿Pero estás tonto o qué?»
  • Era un mentiroso y no cuidaba bien de sus amigos. Dejó practicamente sin acciones a gente que le ayudó a levantar Apple.
  • Jobs es sinónimo de contradicción: dice que hay que terminar con el Gran Hermano en su anuncio de 1984 pero convierte el App Store en el país virtual con la peor dictadura de la historia. Las normas para publicar una app son tan estrictas que facilmente un App puede ser denegada si no se tienen en cuenta.
  • No le importaba el «dinero» pero sí las opciones de compra de acciones.
  • No sé como pudo poner al mando a Tim Cook, cuando su alma gemela en Apple era Jony Ive (el diseñador de iMac, iPod, iPhone, …)
  • Creía que la próxima revolución vendrá en la intersección de la tecnología y la biología.
  • Su próximo objetivo iba a ser revolucionar la educación. Según él, estaba muy anticuada. Llegó a hablar y plantear soluciones con Obama.

En definitiva, decir que el libro me ha parecido muy interesante y que no dejaba a Jobs en muy buen lugar. Parece que cuenta las cosas como son.
Sobre Jobs, pues nada nuevo que nadie no sepa 🙂

Recomiendo que leáis, iWoz, la biografía autorizada del otro co-fundador de Apple, Steve Wozniak (el ingeniero genio).
La leí hace ya unos cuantos años y me pareció muy buena (sobre todo los detalles técnicos). Creo que es la lectura complementaria definitiva para conocer como se creó Apple.
(Si sois más de pelis, os recomiendo Piratas de Sillicon Valley).

Tengo también otro libro sobre Jobs, «El camino de Steve Jobs» de Jay Elliot. Me gustaría leerlo más adelante, pero por el momento tengo otro montón de libros que están esperando su turno y ya he tenido Jobs para rato 🙂

Apple: reinventor de ruedas

Reinventor de ruedas

Reinventor de ruedas

Hoy me he levantado reflexionando sobre Apple y sus i-productos.

Haciendo memoria, creo que Apple no inventa nada nuevo desde el PC (obra de Mr. Woz). Desde que Steve Jobs regresó a la que fue su empresa/niña bonita (allá por el 94, después de fundar una tal Pixar), el modelo de negocio de la «manzana» ha sido:

  1. Observar un tipo de producto.
  2. Remodelarlo.
  3. Crear hype.
  4. Lanzar el producto con el mayor bombo y sincronismo posible.

Esto lo hicieron con los MP3, transformándolos en iPods. Con los móviles, iPhones. Y ahora con las Tablets, iPads.

Además del proceso de creación de productos, Apple tiene aspectos globales o «recetas de la casa» que aplica a cada una de sus creaciones.

  • HMI inmejorable: Sinceramente no conozco un Human-Machine Interface tan bueno como el que hace Apple. Es tan bueno, que crea sensaciones (y todo lo que genera sentimientos, deja huella). Los tipos de letra, iconos, gráficos, etcétera están cuidados y estudiados al máximo. La experiencia de usabilidad que desarrollan hace que no hagan faltan manuales para echar a andar sus productos y que poco a poco vayas conociendo las opciones que brinda el dispositivo sin que te des cuenta. A todo esto hay que añadir la no-frustración del usuario al no haber apenas cuelgues, latencias o tiempos de respuestas largos al pulsar un botón.
  • El detalle, esa es la cuestión: Todo esta estudiado al milímetro. Los roadmap de los productos están muy bien definidos y así se diseñan. Ajustan muy bien las capacidades de cómputo al uso en el futuro cercano. El hardware suele funcionar bastante bien (a veces fallan, como todo hijo de vecino, casos «iMac ATi» o antena 3G iPhone 4). El cuidado del detalle esta en todos los niveles: te dan una botellita de agua mientras esperas en la cola y una bolsas especial para paraguas cuando entras un día llovioso en un Apple Store.
  • «MacChurch«: ¿hay algo mejor que un cliente muy satisfecho? Sí. Se llaman evangelizadores. Son usuarios geeks que defienden los productos de la manzana como si fueran sus hijos carnales. Los defienden aunque no lleven razón. También se les denomina fanboys. Lo mejor de todo es que a Apple les sale gratis 🙂
  • «Atado en corto«: Cualquier dispositivo de Apple requiere un programa de Apple para su configuración o carga. Todos sabemos que no se puede descargar música desde un iPod o instalar aplicaciones no autorizadas en un iPhone (sí, lo sé, con jailbreak sí). Todo los flujos de datos que vayan o vengan de sus dispositivos, tienen que pasar por su software. En muchos casos es cuestión de negocio. En otros, es cuestión de preservar la calidad del producto.
  • «Abrirse al mundo«: ¿qué es lo que le da valor realmente a un iPhone? Las más de 200.000 aplicaciones disponibles en el App Store. Mediante una regla de 70-30, el desarrollador es estimulado a crear programas atractivos con un precio pequeño. Es el propio mercado el que decide qué aplicación es buena (y por tanto más se descarga) y cuál debe irse al olvido. Apple dejas las herramientas, establece su política de aceptación y a esperar que los desarrolladores aporten valor a sus productos y les den el 30% de sus ventas.

En fin, esto no es más que una pequeña reflexión sobre lo que veo y observo de Apple. Odiada por muchos y queridas por otros tantos, su éxito es objetivo.

¿qué opinas tú?

Translate to:English
MenefanteMenéame TwitterTwitter